El 1-1 en el marcador parecía una sentencia para dos equipos que necesitaban ganar, pero el duelo de tribus se decidió con un gran zapatazo del jugador pijao que mantuvo al motilón en la cola.
Último minuto de reposición y los pocos asistentes al Murillo Toro de pie. El tiro libre a favor del rival y de frente al arco del Deportes Tolima tenía tras el balón a los hermanos Bustos, especialistas en la materia. Rubén da un paso hacia la derecha y la pelota le queda a Darío, el mismo que tantas veces convirtió desde ahí para el vinotinto pero que esta vez tenía la posibilidad de darle el empate a un Cúcuta más que necesitado de puntos.
Los segundos parecieron horas y, como suele pasar cuando hay tanta expectativa, el cobro terminó en nada. El partido se acabó y Tolima volvió a celebrar una victoria, algo que le está costando mucho este semestre, algo que casi no logra esta vez frente a uno de los peores equipos del semestre, que hizo una más que digna presentación en Ibagué, demostrando que la llegada del técnico Julio González algo le va a cambiar a un equipo que el único partido que ha ganado en el semestre fue en el escritorio eso sí, una victoria clave por todo: frente a un rival contra el descenso y con un 0-3 que ayuda en la diferencia de gol.
Tolima se vio sorprendido desde el comienzo por un Cúcuta ambicioso y por primera vez en el semestre sólido. Sin embargo, pegó primero gracias a la evidente falta de trabajo defensivo de los motilones, que no marcaron bien en una pelota cruzada que encontró solísimo a Mike Campaz en el minuto 26.
Tolima se tomó confianza y convirtió en figura a Diego Germán Martínez, el arquero motilón que mostró que sus reflejos en el área son notable... no como su reacción frente a los remates de media distancia, algo en lo que ya había fallado y que en últimas teminó sentenciando el juego.
Cúcuta, con el ingreso de Córdoba y Araujo en el segundo tiempo, fue una amenaza constante para los pijaos que volvieron a mostrar debilidades defensivas, especialmente a la hora de retroceder y achicar. Así llegó el gol de Jeison Quiñones al 14, y así pudo llegar el gol de la victoria perfectamente.
Pero al 33 Chará vio la oportunidad y desde fuera del área le pegó un zurdazo a un balón que se le escapó entre las manos al arquero cucuteño, con lo que llegó el 2-1 y una victoria que le permite al pijao llegar a 8 puntos y acercarse de nuevo a los ocho.
El Cúcuta, en cambio, sigue en el fondo de la tabla, con el descenso sobre su espalda como una cruz y con el interrogante de si el nuevo técnico logrará enderezar un camino que en seis fechas, la tercera parte del campeonato, parece hacia la perdición.
Último minuto de reposición y los pocos asistentes al Murillo Toro de pie. El tiro libre a favor del rival y de frente al arco del Deportes Tolima tenía tras el balón a los hermanos Bustos, especialistas en la materia. Rubén da un paso hacia la derecha y la pelota le queda a Darío, el mismo que tantas veces convirtió desde ahí para el vinotinto pero que esta vez tenía la posibilidad de darle el empate a un Cúcuta más que necesitado de puntos.
Los segundos parecieron horas y, como suele pasar cuando hay tanta expectativa, el cobro terminó en nada. El partido se acabó y Tolima volvió a celebrar una victoria, algo que le está costando mucho este semestre, algo que casi no logra esta vez frente a uno de los peores equipos del semestre, que hizo una más que digna presentación en Ibagué, demostrando que la llegada del técnico Julio González algo le va a cambiar a un equipo que el único partido que ha ganado en el semestre fue en el escritorio eso sí, una victoria clave por todo: frente a un rival contra el descenso y con un 0-3 que ayuda en la diferencia de gol.
Tolima se vio sorprendido desde el comienzo por un Cúcuta ambicioso y por primera vez en el semestre sólido. Sin embargo, pegó primero gracias a la evidente falta de trabajo defensivo de los motilones, que no marcaron bien en una pelota cruzada que encontró solísimo a Mike Campaz en el minuto 26.
Tolima se tomó confianza y convirtió en figura a Diego Germán Martínez, el arquero motilón que mostró que sus reflejos en el área son notable... no como su reacción frente a los remates de media distancia, algo en lo que ya había fallado y que en últimas teminó sentenciando el juego.
Cúcuta, con el ingreso de Córdoba y Araujo en el segundo tiempo, fue una amenaza constante para los pijaos que volvieron a mostrar debilidades defensivas, especialmente a la hora de retroceder y achicar. Así llegó el gol de Jeison Quiñones al 14, y así pudo llegar el gol de la victoria perfectamente.
Pero al 33 Chará vio la oportunidad y desde fuera del área le pegó un zurdazo a un balón que se le escapó entre las manos al arquero cucuteño, con lo que llegó el 2-1 y una victoria que le permite al pijao llegar a 8 puntos y acercarse de nuevo a los ocho.
El Cúcuta, en cambio, sigue en el fondo de la tabla, con el descenso sobre su espalda como una cruz y con el interrogante de si el nuevo técnico logrará enderezar un camino que en seis fechas, la tercera parte del campeonato, parece hacia la perdición.
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